El caso más espeluznante de esta serie se produjo en 1991 e impresiona porque no se produce en ningún lugar de ensueño sino en un humilde hogar del barrio obrero de Vallecas. Todo se inició con una inocente ouija en el Instituto para contactar con el novio recién fallecido en accidente de moto de una de las participantes. La profesora interrumpió el ritual súbitamente y un humo negro salió del vaso y se introdujo en la garganta de una de las niñas. Al llegar a casa todo cambió. Su abuelo había fallecido recientemente entre grandes dolores, gritos y advertencias de que regresaría. La niña de nombre Estefanía muere entre espasmos. Desde ese momento, algo perturbó la paz de esta familia.
Cuchillos voladores, crucifijos separados de la pared milagrosamente, retratos que se queman sin explicación y sin dejar huella en la pared, babas que caen de la nada, muebles que se desplazan solos, voces y un sinfín de polstergeists provocan una intervención policial llevada a cabo por por el inspector jefe Pedro Negri que en su informe corrobora todo lo relatado anteriormente. El horror se prolonga durante unos meses y el caso salta a los medios. Investigadores estudian el fenómeno sin dar con una causa remotamente científica. La casa se pone en venta pero nadie quiere saber nada de un lugar maldito. Con los años la familia sin recursos para mudarse de su casa se acostumbra a convivir con este panorama siniestro que, con los años, se fue “suavizando” en apariciones y sucesos extraños. No obstante, siempre nos quedará en la memoria este relato espeluznante del Madrid más oscuro.
este en concreto es un caso que esta muy cerca de donde vive Lady,
ResponderEliminarsi este caso ocurrio cerca de donde yo vivo, finalmente la familia pudo mudarse, ahora la familia que habita la casa no siente nada.
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