UN COLOR UNA IDEA.
Pedí a mi nuevo chofer que me llevara al hotel, también evidentemente
tenía que dar por su fidelidad algo, algo que a los humanos les gustaba mucho,
dinero.
Paga y serás bien atendido, eso lo aprendí hace mucho
tiempo, realmente cada humano exigía un pago distinto, algunos era juventud
eterna, otros dinero en abundancia, lo más gracioso de todo es que tenían vidas
breves, por lo que no podían disfrutar lo que pedían.
Y todo eso finalmente volvía a mí, era hasta gracioso si lo
pensabas con frialdad.
Y este humano que quería, porque mi guardaespaldas daría lo
que fuera por estar colocado, eso era lo único que motivaba aquella mente que
me había llamado desde la calle, realmente él me había llamado.
Una sonrisa se plantó en mi cara, y decidí salir por la
noche.
La noche de Madrid me gustaba, era una noche de gatos
negros, de bellezas locas, de alcohol, drogas y sueño, de mirar a otro sitio o
mirar fijamente a los ojos de la muerte.
Una noche que merecía mi abrigo rojo, una noche que merecía
mi lujuria y mi frio pensamiento, además tenía que buscar a una criatura ¿que estaría
a mi altura?
Puede que no.
Sonó el teléfono, una voz de los míos resonó en mis oídos,
tenemos a la ANL va con un protector, pero está en Madrid.
¿Quiere que la sigamos?
Mi respuesta fue, SI!!!!
Pues claro, que quiero que la sigas, estúpido, bueno tendré
que verla para saber a quién dejar al mando.
Volví a usar el móvil, necesito de tus servicios chofer, has
de llevarme al centro, luego supe que mi guarda espaldas estaba ligeramente
dormido, mejor era hora de despertarse.
Fui a ponerme mi abrigo rojo, un buen día al fin y al cabo.
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