Estaba afilando mis flechas cuando recibí una llamada de
Andrés, me indicaba que había contactado con un Draton, me alegro saber que
necesitaba chofer, era de las altas esferas.
Luego comencé a pensar si les seguía o no, demasiado
evidente, sabia a donde iba a ir, a mirar la escultura de su ancestro, el ángel
caído, por lo que solo podía ser un Draton, la sonrisa me broto sola, me
alegraba saber que el mismísimo AXIX había venido a Madrid.
Hace muchos siglos, cuando los humanos aun no estaban
involucrados en una guerra que no les incumbía por el poder de unos seres egoístas
de otro mundo, hace muchos y tantos que ya ni recuerdo la fecha concreta, los
humanos eran seres hábiles, leales y libres.
De aquella época recordaba a un humano, llamado Rouger,
un ser que salvo su humanidad convirtiéndose en inmortal tras enfrentarse a los invasores,
no todos los seres humanos eran como él, con su brutalidad, su inteligencia y
su libre albedrio
Él estaba en este mundo, por eso yo acepte venir, por
eso yo debo encontrarlo, por eso yo debo salir a la calle ahora.
Cuando salía por la puerta, me fije en un precioso
gatito de rayitas, lindo bello y medio desnutrido.
Ven pequeño- le dije mientras lo cogía entre mis manos,
tienes hambre y miedo, pero yo también, vamos a cazar- le subí a mi hombro y él
se acurruco, me encanta oír su cantar runruneante, vamos tenemos que coger el autobús……………..no
puedo volar en un lugar donde solo las aves vuelan, no es apropiado.
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