Recibí una llamada desde España, concretamente desde
Madrid, me llamaba Mariano y su nieto Andrés.
No Vivian en una zona rica de Madrid, más bien en un
barrio bastante marginal, Vallecas.
Me sorprendió que me localizaran, eso quería decir que
Mariano era un druida, solo ellos pueden contactar con nosotros.
Me gustaba ver las costumbres de los humanos en la
actualidad, eran muy simples, ver la televisión, comer, beber y divertirse, no
se diferenciaban tanto de los anl, aunque entendía porque los míos les dejaron
a su suerte, no comprendía como podían ser tan mansos estos humanos que eran
tan crueles con otras especies de su planeta e incluso con su propia raza.
Cuando llegue al parque donde me habían citado,
enseguida me fije en Mariano, era un hombre más bien alto y delgado, con el
pelo corto y sin barba, su nieto era joven y delgado, al contrario de su abuelo
tenía el pelo largo y una barba bien cortada, miraba el teléfono móvil, era
normal, les encantaba ese dispositivo de comunicación.
Me acerque con mi aspecto más humanizado posible, me
miraron sorprendidos. No era muy alta ni muy corpulenta, y me di cuenta de su desilusión,
estaban terriblemente desilusionados.
Me decidí a presentarme sin darles mayores explicaciones
y ellos hicieron lo propio; me contaron la situación fue increíble, me
comenzaron explicando que habían encontrado a dos acólitos de los Valp y de los
Draton.
Fuimos a hablar primero con el seguidor de los Valp, los
traidores y manipuladores.
Era una joven de 13 años con el pelo muy corto y vestida
todo de negro, nos miró con desprecio al vernos, sus ojos eran de un color azul
intenso, en el momento que le mire supe que no íbamos a convencerlo pero si le podíamos
manipular para poder llegar al Valp.
Le hicimos creer que queríamos unirnos a su tipo de
moda, al grupo y nos llevó a una fiesta en un parque en Valdebernardo, me sorprendió
la elección dada la forma de ser de los valp y sus acólitos, hubiera pensado en
un oscuro lugar, pero los acólitos de los Valp era muy jóvenes. Así que estábamos
en un parque al aire libre, esto hizo que Andrés y yo pensáramos que nos habían
descubierto, pero no fue así, la seguidora de los valp se llamaba Leticia, y
nos presentó a Laúd, recuerdo que me reí del nombre y el Valp me encontró fascinante,
los traidores son así, el tal Laúd
enseguida me cogió bajo su protección, eso decía, pero Andrés y yo sabíamos que
no confiaba en uno de los dos, durante 2 meses fuimos viendo la situación.
Tanto Laúd como Épsilon eran meros jefecillos, había que
traer a los grandes.
El grupo con el que rivalizaban en las redes sociales,
era un grupo dirigido por un tal Silverio que Andrés encontró muy guapo, un moreno bajito
pero de ojos intensos, tras quedar varias veces, Silverio le presento a su líder Épsilon.
Una tarde, mientras estaba intentando ver que hacer vi
como Laúd y Épsilon se reunían en el parque, así que me acerque a ver de que
hablaban y vi escondido a Silver, era una emboscada, este salto como un loco
sobre Laúd para matarlo, la joven Leticia salió a proteger a su protector y le
clavo algo punzante varias veces, entonces Épsilon llamo traidor a Laúd y ambos
comenzaron a pelearse, la chica comenzó a lanzar sus brazos nerviosos contra
ambos para matar a Épsilon, yo aproveche la locura y lance un dardo a Laúd,
luego a Épsilon ambos cayeron con sus ojos sin vida y comenzaron a desaparecer,
mientras Leticia soltó la navaja y se miró las manos, Silver la grito asesina
loca que has hecho.
Y yo me marche sin hacer ruido, ahora los monigotes habían
caído tenía que hacer que llegaran los jefes de zona, así funcionaban los
invasores.
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