sábado, 25 de enero de 2014

Respuesta al reto, Capitulo I : Los cuerpos en las calles.













 CAPITULO I

Los Cuerpos En Las Calles



Entre las sombras de la calle, unos pasos se aceleran. Su ritmo cada vez más rápido, va acercándose a su destino. No se distingue entre las sombras y la niebla que se va formando. Se respira un hedor del que es difícil desprenderse. Llega hasta una esquina en la que se apoya para observar lo que hay enfrente.

Se trata de dos mujeres que más bien parecen discutir que conversar, a la espera de llamar la atención de los clientes que por allí puedan pasar. Unos pasos avanzan hasta ellas. Oculto por la niebla, no se distinguen muy bien sus formas, aunque si se puede precisar que se trata de una persona alta, bien vestida por la capa que lleva puesta y el gran sombrero de copa alta. Esas ropas, son de alguien muy pudiente o robadas, alquiladas. Esto ultimo no es muy correcto, ya que si así fuesen tendría que limpiarlas después de haber cometido los hechos para poder entregarlas sin ser descubierto.

Esa imagen por detrás, alejándose caminando por una larga calle hasta perderse en ella y luego la figura de un cuerpo de mujer tirada en el suelo, rodeada por un rojo circulo son los recuerdos que me abordan en algún sueño.

De todo aquello, crímenes sin resolver y un personaje bastante escurridizo. De mi intento de perseguir a algo que parecía ser ayudado hasta por la niebla en las calles, hizo que tomara forma una idea que llevaba tiempo pensando. Tiempo que empezó a raíz de los primeros crímenes en esas calles.



Londres , siglo diecinueve

La Decisión

Calles oscuras, frías y húmedas. Cuantas leyendas se han ido formando a raíz de un asesino al cual no se ha encontrado. Un personaje que parece conocer bastante bien sus calles y la forma en la que se trabaja en la policía. Alguien lo suficiente mente inteligente como para enviar anónimo al mismísimo Scotland yard y no haber sido capturado, ni antes ni después de sus asesinatos. Un personaje que ha sido copiado por otros que intentaban hacerse pasar por él.

Los que trabajamos para la ley, somos muy mal vistos por los ciudadanos. Puede ser que porque algunos hacen ostentación de poder y creyéndose superiores, se han excedido en el cumplimiento de sus funciones. Cuantas calles he recorrido y ha cuanta gente he protegido a pesar de los consejos del compañero con el que hacía las guardias. Cuantos problemas me llevaba a casa, que ni la botella ha ayudado a soportar. Las voces, las burlas de cuando se ha llegado demasiado tarde para evitar los asesinatos. Sin poder hablar, sin poder decir lo que uno piensa por ser un simple agente de la ley. Ver como compañeros con menos conocimientos por sus formas de ser o comportarse, aumentan sus ganancias, sus puestos...todo ello a través de regalos, dinero sumergido, vender a propios compañeros para ascender.

Todo esto era demasiado. Demasiado para alguien que cree en la justicia. Deje el puesto y me mude a Liverpool. Allí me establecí y comencé con otra vida. Ya no me dedique a ser policía. Bueno, no del todo. Ahora soy agente privado, ya no tengo que vestir de uniforme. No doy cuentas a ningún jefe por encima de mi. Yo soy mi propio jefe.

Los casos que ahora llevo son más bien seguir sin ser visto e informar a la persona que me contrate de los informes resultantes de mi trabajo. Ya no llego más allá. No me implico directa mente con los casos, aunque no me han llegado a quitar aún los recuerdos de algunos de los casos que descubría en el anterior trabajo.






 NEPHERBLUE
 



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