La vieja y taimada zorra estaba decepcionada. Durante todo el día
había merodeado tristemente por los densos bosques y subido y bajado a las
colinas, peró. .. ¿de qué le había servido? No hallaba un solo bocado; ni
siquiera un ratón de campo. Cuando lo pensaba -y se estaba sintiendo tan vacía
por dentro que casi no podía pensar en otra cosa-, llegó a la conclusión de que
nunca había tenido más hambre en su vida. Además, sentía sed..., una sed
terrible. Su garganta estaba reseca.
En ese estado de ánimo. dio la
vuelta a un muro de piedra y se encontró con algo que le pareció casi un
milagro. Allí. frente a ella, había un viñedo lleno de racimos de frescas y
deliciosas uvas, que sólo esperaban que las comiesen. Eran grandes y jugosas e
impregnaban el aire con su fragancia.
La zorra no perdió el tiempo.
Corrió, dio un salto y trató de asir la rama más baja, con sus hambrientas
mandíbulas ... ¡pero no llegó a alcanzarla! Volvió a saltar, esta vez a una
altura algo mayor, y tampoco pudo atrapar con los dientes una sola uva. Cuando
fracasó por tercera vez, se sentó por un momento y, con la reseca lengua
colgándole, miró las docenas y docenas de ramas que pendían fuera de su
alcance.
El espectáculo era insoportable
para una zorra famélica, y saltó y volvió a saltar, hasta que sintió mareos.
Necesitó mucho tiempo, pero, por fin, comprendió que las uvas estaban tan fuera
de su alcance... como las estrellas del cielo. Y no le quedó más recurso que
batirse en retirada.
-¡Bah! -murmuró para sí- ¿Quién
necesita esas viejas uvas agusanadas? Están verdes..., sí, eso es lo que pasa.
¡Verdes! Por nada del mundo las comería.
-¡Ja, ja! -dijo el cuervo, que
había estado observando la escena desde una rama próxima- ¡Si te dieran un
racimo, veríamos si en verdad las uvas te parecían verdes! |
oscuridad marca un comienzo y un final, es un lugar donde nada y todo es. Somos el otro lado del agujero oscuro que engullo tu alma, el agujero de gusano, el otro lado de la realidad. Somos la oscuridad…. Y tu formas parte de nos. Seas quien fueres y estuvieres donde estuvieres, aquí siempre tendrás tu lugar.
miércoles, 2 de enero de 2013
La Zorra y la uvas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario