sábado, 15 de diciembre de 2018

13 AÑOS FUERA DE JUEGO- EL CAZADOR DE ALMAS.




Como cada nuevo amanecer  un pensamiento llegaba a mí, el tiempo que el infierno me había condenado a este lugar.
Llevaba en aquella oscura mazmorra 13 largos años, un habitáculo que llegaba a 40 grados de calor y a un frio de menos 40 grados, así aprendí a contar las estaciones, para saber si era de día o de noche, solo oía los quejidos de mis compañeros de habitaciones paralelas.

Así descubrí que a mi derecha habitaba un ser cuyo alma yo había encarcelado hace ya más de 100 años y que aullaba al llegar la luna y noche.
A mi izquierda un ser al que se alimentaba con ratas al igual que yo y aunque no le conocía descubrí que cuando el señor del aullido despertaba, él también lo hacía con sed.

Frente a mi habitáculo había un anciano, un auténtico monstruo que lloraba por su nieta, durante unas 18 horas, luego al igual que el ser de la izquierda y yo, comía ratas.

13 años sin pensamiento de escapar, sabiendo que el infierno me había condenado y que el cielo me había abandonado a mi suerte.
Solo había una persona, con la que había mantenido ciertas conversaciones pero tras largos meses, pensé que eran sueños.
Alguien llamado Noche, llegue a pensar que estaba loco, que en mi locura había encontrado en mi cabeza un deseo inamovible, de paz.
En el año 13 de mi encarcelamiento, dejo de hablarme, desapareció.
No la localizaba, creo que llegue a amar a que ser mental…………….eso pensé.
Mis sueños eran musicales, si musicalmente loco, o eso pensaba hasta ese día.
Oí susurros al otro lado del pasillo, no sabía que pasaba y de pronto el cerrojo de la puerta se abrió.
Una mujer bella de tez blanca y cabello negro como la noche apareció frente a mí, sus ojos refulgían y sus labios, rojos como la sangre parecían sonreír en una mueca de calor, que la confería una expresión deliciosamente maliciosa.
No dijo nada, pero escuche en mi cabeza, como me pedía que la siguiera.
Luego abrió los cerrojos de las otras prisiones, un hombre demacrado, salió del lazo izquierdo, era un Nosferatum viejo como el papel, frente a mí una criatura del propio infierno vieja y demacrada pero viva, una Arpía macho la más sanguinaria de su especie y el ultimo en aparecer fue el aullador, un ser humano pero sus ojos eran de lobo.

Ella nos miró, y con un gesto nos hizo seguirla.
Pasamos por largos pasillos llenos de celdas, era una cueva, no era la propia entraña de la tierra dura y fría la que nos había cobijado durante todo este tiempo.
Nos hizo subir hacia un lugar, donde la luz nos cegó aunque no había luz, era más claro que nuestra profunda oscuridad, nos metió en una especie de camioneta o furgón, y arranco.
Cuando despertamos íbamos por la realidad humana, olía a aire fresco, de la tierra.
Luego la luz era cegadora, el aullador, señalo unas gafas de sol y todos nos las pusimos excepto el Nosferatum que se quedó en lo  más profundo de las sombras, como un murciélago suspendido de sus patas.
El resto, seguimos en silencio, hasta que ella paro en un hotel de carretera.
Nos abrió la puerta y entramos en una habitación, hasta la noche dijo, y se fue.
¿Éramos libres, esto era un sueño?
Vi una cama, y me tumbe……………………..solo sonaba una cancioncilla en mi loca cabeza.


Caí dentro del anillo de fuego 
Fui abajo, abajo, abajo 
Y las llamas crecieron 
Y quema, quema, quema 
El anillo de fuego 
El anillo de fuego 
Letra de Ring of fire de Johnny Cash  

No hay comentarios:

Publicar un comentario